A pesar de que pasa y pasa el tiempo, de que sigo sumando experiencias distintas, viviendo en distintos lugares y conociendo gente de tantas partes del mundo, no deja de sorprenderme cada vez el hecho de manejarme en un ambiente de tan variada composición cultural.
Quizás no sea la diversidad lo que me sorprenda, sino que a pesar de ser tan distintos, de venir de lugares tan diferentes, podemos estar todos juntos haciendo cosas tan parecidas.
Estar en una cena con gente de 4 continentes discutiendo sobre el destino del proyecto (bueno, eso fue al menos el jueves pasado, cuando estábamos los expats reunidos en una de las casas en Murambinda. Había un indio, una indonesia, un keniata, un congolés, un sudanés, un belga, una danesa, una italiana, un francés y el sudaca que suscribe), intercambiando opiniones y lograr un punto de análisis con premisas similares y objetivos parecidos, pese a tener escalas de valores completamente distintas, lecturas del mundo totalmente diferentes....
Pero mas todavía me asombro cuando de repente me doy cuenta de que estoy en un auto en medio de la nada, perdido en el medio de África, incluso quizás es de noche, y mis compañeros de viaje son todos locales. Ahí no puedo volver a pensar una y otra vez que si no fuera por el factor que nos une, por un trabajo, por una institución, eso no sería casi posible, al menos no con esa naturalidad.
Y para peor, en ese caso en el que yo soy completamente visitante y ellos totalmente locales, yo soy el jefe y se manejan para conmigo con un respeto y una sumisión solamente encontrables en este continente.
Es raro pensar que si las circunstancias fueran otras yo sería el que mantiene el respeto y hasta tiene miedo, se siente inseguro y busca aceptación y reconocimiento como mecanismo reasegurador, pero que en este caso son ellos los que hacen eso conmigo.
Esto no deja de ser chocante, y es importante no perder el punto de referencia, el lugar que uno ocupa, porque es muy fácil creerse el rey de la selva y empezar a actuar de forma despótica y autoritaria, pero eso es un abuso de poder e implica la perdida del factor humano que moviliza todo este proyecto. Además es ineficiente, claro.
Y no por venir acá siendo blanquito y expatriado, o por estar mas educado y tener estándares europeos, sos mejor que ellos, sino que simplemente estás por encima jerárquicamente.
Toda mi vida creí que quienes estaban por encima mío en términos laborales tenían la única ventaja de la experiencia y el camino recorrido, que no eran mejores que yo, sino solo mas viejos. Y de todos siempre espere mucho, que demostraran y justificaran ese lugar a cada paso.
Hoy trato de ponerme del otro lado, y si bien soy mas chico que todos en términos exclusivamente etareos, trato de justificar mi lugar todo el tiempo y hacer valer las razones que me trajeron hasta acá.
Y todo esto en un cuasi surreal "crisol de razas".
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