10/6/08

LAS ARMAS

El otro día hablaba con la field co sobre las posibles consecuencias de las elecciones, sobre una hipotética situación de violencia que la precediera, sobre el futuro de este lugar y su gente.

Uno de los argumentos que esgrimimos durante la charla fue que este es un país libre de armas en general. La gente no las tiene, y el estado, que las monopoliza, prácticamente no las usa, además porque son pocas.

Este punto se hizo fuerte a la hora de evaluar el posible devenir del futuro de esta tierra, planteándose como una de las limitaciones para una explosión de violencia o de una masacre. El discurso era sencillo : si no hay armas no se van a masacrar.

De todas formas, me quedé pensando en esto. Hasta qué punto las armas eran el factor clave para que la matanza comenzara y hasta dónde este argumento de un país desarmado era una garantía suficiente para la paz.

En una primera lectura, parece consistente y tranquilizador. Si no hay armas no hay matanzas.

De todas formas seguí ahondando el tema, evaluando otros casos similares y los mecanismos de sumisión de masas aplicados en estas tierras en los últimos 50 años.

No pude evitar pensar en el genocidio de Ruanda de 1993, en cómo se habían matado un millón de personas.

En ese caso, a la mayor parte de la gente se la mató a machetazos. El mecanismo era simple : se ponían check-points en las calles, las rutas, en todos lados, y todo aquel que no cumplía con las premisas estipuladas por el gobierno (es decir, todos los tutsi. He aquí su condición de genocidio) era simplemente asesinado a mano limpia.

Aquí no hay un componente racial que motive una matanza generalizada de esas características, pero eso no implica que los mecanismos no puedan ser repetidos.

Es decir, que no haya armas no significa que un millón de personas no puedan ser asesinadas.

Este argumento me pareció mucho más consistente y me hizo empezar a pensar en que la violencia en este país era también una posibilidad real.

De todas formas, esto tenía que ser sostenido en una población con una estructura que lo permitiera, donde hubiese una marcada fractura y una enemistad definida. En gente con un profundo odio y con necesidad de sangre.

Afortunadamente, aunque quizás por motivos poco afortunados, esta gente está lejos de la violencia y muy cerca de la sumisión y el adoctrinamiento.

Sometidos por una dictadura nacionalista pro africana continuadora del imperialismo inglés, la gente vive en la pesadumbre de la resignación y jamás podría pensar en rebelarse.

Esto no significa que si las elecciones no van como deberían ir la situación no se vuelva tensa y se vivan horas difíciles, pero en cierta medida garantiza que no desembocará en una guerra civil.

En concreto, si ganan los que están arriba, la gran crisis en la que está sumida la economía se acrecentará más y más hasta llevar a estas tierras a la ruina absoluta.

Si, en cambio, gana la oposición, habrá ciertos levantamientos, algunas revueltas y unos enfrentamientos, pero por un motivo u otro se calmarán.

En definitiva, las cosas parecen condenadas a empeorar, pero no habrá guerra….

3 comentarios:

Agustina Moreno dijo...

Hey Ants,
Hace mucho no escribis nada ni contestas por el facebook.
Todo bien por alla?
Te mando un abrazo grande!
Tin

Ayelén dijo...

Hola A. como va? me acordé de vos y me metí en el blog a leer el diario de esta misión en la que te embarcaste.
He dejado algunos comentarios en posts anteriores.
Te seguiré leyendo conforme vayas actualizando.
saludos.

FANSHAWE dijo...

tini : ahora volvi, todo gracias a la magia de la banda ancha satelital...

ayelen : gracias por seguir leyendome. yo tratare de seguir aportando relatos de mis andanzas...
beso